Se ha publicado en el diario LA PRIMERA, la trascripción del Plan de Gobierno, acciones y medidas del Partido Nacionalista Uniendo al Perú”, en donde el candidato presidencial Ollanta Humala propondría 22 reformas para el primer año de su eventual gobierno.
Al respecto debo señalar que el punto 10 del mencionado plan dice lo siguiente:
“...10) Formar aproximadamente 95,000 unidades territoriales de Seguridad Ciudadana. Demarcados por una cuadra, manzana, lote y/o área estándar: que tendría un representante, otro del municipio y de la Policía Nacional del Perú, a efectos de contrarrestar el incremento de la delincuencia, drogadicción y robo....”
Obviamente, el candidato Humala -acorde a su perfil de político radical- desconoce la legislación vigente y fiel a la tradición local piensa rehacer todo nuevamente y re-fundar un sistema de convivencia cívica cambiando las reglas de juego. Es decir: borrón y a empezar otra vez.
Desde su perspectiva “todo está mal” y él lo hará mejor! (yo estoy bien, tu estás mal) Clásico, muy clásico.
Creí que la época de los “Caudillos” había pasado, creí que la época de los “Mesías” había acabado, creí que la época de los “Pachacutecs” finalizaba. No, nuestro país, que se decía adolescente regresionó a niño buscando al padre maravilloso que siempre promete y que nunca satisface sus expectativas. Es un mal nacional.
Los que frisamos los 40 ó más años sabemos que estas posturas políticas son cíclicas, es decir aparecen cada 2 décadas, para luego desaparecer dejando al país en ruina y al “gran papá” en huída veloz y cura de silencio.
Vamos al análisis técnico:
Por ejemplo la idea de formar 95,000 unidades territoriales suena a jurisdicciones militares pero ¿¡¡¡95,000!!!? ¿bajo qué criterio? Quiere decir entonces que se dividirá al Perú en 95,000 secciones?
Al respecto debo señalar que el punto 10 del mencionado plan dice lo siguiente:
“...10) Formar aproximadamente 95,000 unidades territoriales de Seguridad Ciudadana. Demarcados por una cuadra, manzana, lote y/o área estándar: que tendría un representante, otro del municipio y de la Policía Nacional del Perú, a efectos de contrarrestar el incremento de la delincuencia, drogadicción y robo....”
Obviamente, el candidato Humala -acorde a su perfil de político radical- desconoce la legislación vigente y fiel a la tradición local piensa rehacer todo nuevamente y re-fundar un sistema de convivencia cívica cambiando las reglas de juego. Es decir: borrón y a empezar otra vez.
Desde su perspectiva “todo está mal” y él lo hará mejor! (yo estoy bien, tu estás mal) Clásico, muy clásico.
Creí que la época de los “Caudillos” había pasado, creí que la época de los “Mesías” había acabado, creí que la época de los “Pachacutecs” finalizaba. No, nuestro país, que se decía adolescente regresionó a niño buscando al padre maravilloso que siempre promete y que nunca satisface sus expectativas. Es un mal nacional.
Los que frisamos los 40 ó más años sabemos que estas posturas políticas son cíclicas, es decir aparecen cada 2 décadas, para luego desaparecer dejando al país en ruina y al “gran papá” en huída veloz y cura de silencio.
Vamos al análisis técnico:
Por ejemplo la idea de formar 95,000 unidades territoriales suena a jurisdicciones militares pero ¿¡¡¡95,000!!!? ¿bajo qué criterio? Quiere decir entonces que se dividirá al Perú en 95,000 secciones?
Actualmente, según el INEI, existen 1,831 distritos a nivel nacional . Sí se cumpliese la propuesta del señor Humala cada distrito sería dividido en 51 partes. éstos espacios territoriales serían manejados por un representante del Municipio y otro de la Policía Nacional. O sea, se destinarían 51 policías por distrito.
Sí señores, los escasos 95,000 efectivos con que cuenta la Policía Nacional se dividirían en grupos de 51 por distrito, justito. Y punto.
Asimismo, según el criterio Humalista los 51 representantes del Alcalde tendrían las mismas funciones que la PNP (¿?) estarían con el mismo peso y valía.
Obviamente esta postura creará discrepancias, cada uno tiene funciones diferentes que cumplir, los Alcaldes son elegidos por el pueblo, diseñan políticas y son administradores y decisores del poder local. Los Policías tienen otras funciones, muy importantes por cierto, pero diferentes siendo su función principal lo técnico y operativo en seguridad ciudadana.
¿Atrás quedarían nuestros esfuerzos por hacer de los Alcaldes “Presidentes de los Comités Distritales de Seguridad Ciudadana?, atrás quedarán los esfuerzos por “empoderarlos”, atrás quedarán los esfuerzos por crear una red civil ordenada, democrática, participativa y preventiva para la seguridad ciudadana.
Por otro lado la concepción de seguridad ciudadana, más integral, más preventiva y sobre todo más constructiva en el sentido de crear una cultura de paz y de seguridad ciudadana quedaría de lado. Bien lo dice el señor Ollanta, el objeto de lucha es la: “delincuencia, drogadicción y robo”. Es decir el clásico modelo de atrapar delincuentes (“apagafuegos” amigos, apagafuegos!)
En otras palabras, volveremos a retroceder...qué retroceder! a destruir lo construido. ¿Es que nadie se atreve a opinar? Es que vamos a quedarnos callados y dejar hacer, dejar pasar? Espero que no. Aquí va la primera opinión.
Hans Gutiérrez