Cuenta la historia de un hombre exitoso radicado en Roma, que al enterarse de la muerte de Alfredo (un padre para él) decide regresar al pueblito pobre que le vio crecer. Han pasado décadas y éste, que fue huérfano de padre, recorre ahora esas calles llenas de viejos rostros conocidos y recuerdos inolvidables, dónde conoció a su primer amor, sus primeras pasiones y una incógnita: las escenas de amor, nunca vistas, de todas las películas proyectadas en el Cinema Paradiso .
Sólo le quedaron las enseñanzas de vida, aprendidas del ya ciego Alfredo y una lata con un filme que él pidió se la entreguen el día de su muerte.
Al volver a Roma, éste observa maravillado cómo su viejo amigo, le hizo este regalo inolvidable, bello y significativo: Un breve filme hecho con las escenas censuradas de sus años infantiles. Un final de ternura sublime .
Alfredo amó como un padre a ese niño, a ese joven, a ese hombre. Desde lejos, desde su absoluta soledad, siempre pensó en él, sin esperar nada, sólo vivir ese infinito amor que sintió por ese muchacho que algún día regresaría para conectarse infinitamente a él. Alfredo está ahí esperándole, con el amor flameando como una bandera.
Fito Páez, el famoso rockero argentino, nos enseñó una canción llamada DAR ES DAR, cuya lógica para comprender el amor se desprende con sólo leer el título y ciertamente la hemos tomado como verdad irrefutable. Sin embargo, Carlos Alberto Seguín, otro entrañable amigo, nos dice lo contrario: el amar no es dar, el amar es recibir.
¿Inentendible? A ver despacio: el a-mor es re-ci-bir.
Este domingo celebramos el día del Padre y la idea no sólo es dar regalos, ofrecer bulla, comida y alegría. Para mí, en este día del padre será conectarme con el sentimiento que papá me tiene a mi, para recibirlo bien. Y otra vez me alistaré para tolerar cómo mis hijos atinan a conectarse con mi amor siempre ofrecido, ese sentimiento que tengo por ellos y que por su ausencia nubla mis más soleados días.
Feliz día del padre, feliz día amigos! Ojalá nos entiendan…y que reciban todo nuestro amor.
Un abrazo
Papá