Karina Calmet, es una simpática figura televisiva que logró aumentar su popularidad gracias a su participación como concursante en el programa: “Bailando por un Sueño”
Hermenegilda Camones “IDA” anónima recicladora ambulante y afanosa buscadora de cachuelos. Su mayor éxito: sus hijos obtienen buenas calificaciones en el colegio.
Karina Calmet, conocida mujer de clase media (Piluca para muchos). Caída en desgracia, hace unos años, luego de un despiadado “ampay” de Magaly Medina que le costó el matrimonio.
Hermenegilda Camones “IDA”, madre y sostén de dos hijos y de su anciana madre. Sin pareja, aunque eventualmente agredida por su cruel ex-conviviente, quien trata de abusar de ella cada vez que se embriaga.
Karina Calmet, continúa su gran esfuerzo (hasta ha sido brujita en TV) y logra la anhelada fama, que ofrece la televisión, con su secuela de oportunidades y contratos.
Hermenegilda Camones “IDA” logra apenas obtener 8 soles diarios, tras largas y penosas horas de peregrinaje tratando de encontrar cartones y botellas usadas entre pistas y basureros.
Karina Calmet vive en un departamento bastante acomodado de un distrito residencial de Lima.
Hermenegilda Camones “IDA” vive en una choza junto a una acequia, entre ratas, suciedad e insectos, en medio de una pavorosa pobreza.
Un reality show audaz y elocuente. Karina Calmet, la ex - Miss Perú, modelo y actriz se prestó a participar en una radical secuencia televisiva sabatina. Ésta consistía en convivir durante tres días con una familia pobrísima del Callao…la familia de IDA.
El resultado: una ventana para ver la dura realidad de muchas familias peruanas. Un espacio para el diálogo de dos mundos, dos realidades con sus propias riquezas y flaquezas. El video, a pesar de su crudeza, permite observar secuencias que nos ayudarán a obtener reflexiones y enseñanzas para nuestra vida.
Gracias al contraste Karina/IDA, descubro –y comparto con ustedes- la robusta gama de detalles, frágil e irremediablemente olvidados por aquellos que como nosotros pisan el fofo y pernicioso suelo de la comodidad.
ESCENA 01. “mata a ese insecto, mátalo, mátalo..ayyyyyyyy (temblando)…no soporto los insectos…ayyyyyyyy” (Karina)
Descubro cuán débil soy ante el duro esfuerzo físico que me exige la sobrevivencia.
ESCENA 02. “Para qué te sirve tanto gimnasio sí no puedes pedalear…jajaja!!!” le decía la treja IDA (caminando) a una exhausta Karina conduciendo el oxidado triciclo laboral, luego de 10 horas de esfuerzo.
ESCENA 03. Karina Calmet casi no duerme. Tumbada en el suelo y en medio de una total oscuridad teme que las ratas ingresen nuevamente a la casa, unas horas después debía salir a trabajar con IDA.
ESCENA 04. “por 1 kilo de botellas de plástico desechadas me pagan 0.40 céntimos. IDA enseña a Karina la dura labor de recicladora.
Descubrí que el amor es capaz de prodigar la confianza necesaria para despertar en nuestros hijos sus mejores posibilidades.
ESCENA 05. La tierna y amorosa Lucía, de 07 años muestra una sorprendente locuacidad y autoconfianza.
Descubrí que la pobreza está en aquellos incapaces de dar y que la riqueza existe cuando hay un corazón capaz de ofrecer todo a pesar de no tener nada.
ESCENA 06. “es la sopa más rica que he tomado en mi vida”. Karina agradece a IDA los alimentos que ésta le preparó.
ESCENA 07. Los hijos de IDA, lloran de hambre. Ya es de noche y sus estómagos piden alimentos (que no hay). Un desconocido les regala un pollo a la brasa.
Descubrí que la cercanía y unión familiar forman círculos de felicidad a pesar de todo y contra todo.
ESCENA 08. Todos juntos. Siguen trabajando alrededor del triciclo de noche y en la calle, sin embargo sonríen y están en paz.
ESCENA 09. Gracias a Karina, IDA se da cuenta que vive en con más miseria de la que pensaba. A pesar de ello no se siente fracasada. Gracias a IDA, Karina se percata de un mundo cercano aunque totalmente desconocido y cruel. Sin embargo, se siente en deuda.
ESCENA 10. Es domingo, IDA y Karina se despiden, se abrazan y lloran.
Dos mundos, dos realidades, dos historias y algunas cosas en común: las ganas por salir adelante, las ganas por levantarse a pesar de las caídas, la búsqueda incesante del amor.
Hans Gutiérrez
Corresponsal Urbano
Hermenegilda Camones “IDA” anónima recicladora ambulante y afanosa buscadora de cachuelos. Su mayor éxito: sus hijos obtienen buenas calificaciones en el colegio.
Karina Calmet, conocida mujer de clase media (Piluca para muchos). Caída en desgracia, hace unos años, luego de un despiadado “ampay” de Magaly Medina que le costó el matrimonio.
Hermenegilda Camones “IDA”, madre y sostén de dos hijos y de su anciana madre. Sin pareja, aunque eventualmente agredida por su cruel ex-conviviente, quien trata de abusar de ella cada vez que se embriaga.
Karina Calmet, continúa su gran esfuerzo (hasta ha sido brujita en TV) y logra la anhelada fama, que ofrece la televisión, con su secuela de oportunidades y contratos.
Hermenegilda Camones “IDA” logra apenas obtener 8 soles diarios, tras largas y penosas horas de peregrinaje tratando de encontrar cartones y botellas usadas entre pistas y basureros.
Karina Calmet vive en un departamento bastante acomodado de un distrito residencial de Lima.
Hermenegilda Camones “IDA” vive en una choza junto a una acequia, entre ratas, suciedad e insectos, en medio de una pavorosa pobreza.
Un reality show audaz y elocuente. Karina Calmet, la ex - Miss Perú, modelo y actriz se prestó a participar en una radical secuencia televisiva sabatina. Ésta consistía en convivir durante tres días con una familia pobrísima del Callao…la familia de IDA.
El resultado: una ventana para ver la dura realidad de muchas familias peruanas. Un espacio para el diálogo de dos mundos, dos realidades con sus propias riquezas y flaquezas. El video, a pesar de su crudeza, permite observar secuencias que nos ayudarán a obtener reflexiones y enseñanzas para nuestra vida.
Gracias al contraste Karina/IDA, descubro –y comparto con ustedes- la robusta gama de detalles, frágil e irremediablemente olvidados por aquellos que como nosotros pisan el fofo y pernicioso suelo de la comodidad.
ESCENA 01. “mata a ese insecto, mátalo, mátalo..ayyyyyyyy (temblando)…no soporto los insectos…ayyyyyyyy” (Karina)
Descubro cuán débil soy ante el duro esfuerzo físico que me exige la sobrevivencia.
ESCENA 02. “Para qué te sirve tanto gimnasio sí no puedes pedalear…jajaja!!!” le decía la treja IDA (caminando) a una exhausta Karina conduciendo el oxidado triciclo laboral, luego de 10 horas de esfuerzo.
ESCENA 03. Karina Calmet casi no duerme. Tumbada en el suelo y en medio de una total oscuridad teme que las ratas ingresen nuevamente a la casa, unas horas después debía salir a trabajar con IDA.
ESCENA 04. “por 1 kilo de botellas de plástico desechadas me pagan 0.40 céntimos. IDA enseña a Karina la dura labor de recicladora.
Descubrí que el amor es capaz de prodigar la confianza necesaria para despertar en nuestros hijos sus mejores posibilidades.
ESCENA 05. La tierna y amorosa Lucía, de 07 años muestra una sorprendente locuacidad y autoconfianza.
Descubrí que la pobreza está en aquellos incapaces de dar y que la riqueza existe cuando hay un corazón capaz de ofrecer todo a pesar de no tener nada.
ESCENA 06. “es la sopa más rica que he tomado en mi vida”. Karina agradece a IDA los alimentos que ésta le preparó.
ESCENA 07. Los hijos de IDA, lloran de hambre. Ya es de noche y sus estómagos piden alimentos (que no hay). Un desconocido les regala un pollo a la brasa.
Descubrí que la cercanía y unión familiar forman círculos de felicidad a pesar de todo y contra todo.
ESCENA 08. Todos juntos. Siguen trabajando alrededor del triciclo de noche y en la calle, sin embargo sonríen y están en paz.
ESCENA 09. Gracias a Karina, IDA se da cuenta que vive en con más miseria de la que pensaba. A pesar de ello no se siente fracasada. Gracias a IDA, Karina se percata de un mundo cercano aunque totalmente desconocido y cruel. Sin embargo, se siente en deuda.
ESCENA 10. Es domingo, IDA y Karina se despiden, se abrazan y lloran.
Dos mundos, dos realidades, dos historias y algunas cosas en común: las ganas por salir adelante, las ganas por levantarse a pesar de las caídas, la búsqueda incesante del amor.
Hans Gutiérrez
Corresponsal Urbano